Yorkshire
Historia:
El Yorkshire tiene su origen en el cruce entre diversos tipos de terrier existentes en las islas británicas. Sus progenitores eran seleccionados para la caza de ratones y de otros animales de pequeño tamaño. Las conjeturas más fiables apuntan como progenitores al clydesdale o paisley terrier, una raza ya desaparecida y que fue presentada en las exposiciones inglesas hasta 1902.
Casi con toda seguridad, esta raza fue cruzada con el brokenhaired terrier, un tipo de perro presente durante mucho tiempo en la región de Yorkshire.
Entre los primeros criadores de Yorkshi se encuentran trabajadores de las industrias textiles y laneras de la región de Yorkshire, a menudo y sin darse cuenta, acariciaban con las manos sucias de lanolina a los pequeños Yorkshires, lo cual aceleraba el crecimiento del pelo mejorando su brillo y sedosidad. La gente de Yorkshire se dio cuenta enseguida del valor de este nuevo y espléndido Terrier, y su valor comercial aumentó en proporción a una demanda creciente. Se intentó, en consecuencia, fijar de modo preciso las características de esta nueva raza y muy pronto empezaron a exponerse los primeros ejemplares. En 1866, el Kennel Club ingles, que apenas haba sido creado, reconoció la existencia propia de esta raza y le dio el nombre de YorkshireTerrier. En la época victoriana fue muy codiciado el Yorkshi pequeñísimo y por ello su talla se redujo de manera notable.
Características:
La cabeza es graciosa y agradable a la vista, armónica y bien proporcionada respecto al cuerpo. El cráneo no es prominente ni demasiado redondeado (defecto típico del enanismo), sino más bien plano. La depresión frontal del morro debe ser bastante acentuada. Toda la cabeza está cubierta de pelo largo de color marrón dorado. Los ojos son de dimensiones medianas, oscuros y brillantes. Su expresión es despierta e inteligente y están cortados de manera que miran hacia delante. No son saltones. Línea de los párpados oscura. Las orejas son pequeñas, en forma de V, erectas, no demasiado separadas, cubiertas de pelo corto marrón rojizo muy intenso. La dentadura debe ser regular, con dientes sanos y fuertes.
Es importante que la dentadura encaje perfectamente, es decir, la cara interna de los incisivos superiores debe descansar sobre la cara externa de los incisivos inferiores. Es indispensable que un sujeto de exposición presente 6 incisivos superiores y 6 incisivos inferiores. Las patas anteriores y posteriores deben estar en correcto aplomo y cubiertas de pelo marrón dorado. Las extremidades posteriores son angulosas. Los pies son redondeados con los dedos prietos. Las uñas y almohadillas de los dedos deben ser negras. El cuerpo es sólido, fuerte y compacto, con el tórax bien desarrollado y bien curvado. La línea dorsal debe ser recta, paralela al suelo, y estable incluso cuando el perro esté en movimiento. Las costillas un poco arqueadas y tienen buen lomo. La cola se corta cuando el cachorro tiene 4 ó 5 días, es de longitud mediana, bien provista de pelo de color azul más oscuro que el resto del cuerpo, especialmente en la punta. Su forma de andar tiene soltura y vivacidad, manteniendo el ritmo regular y coordinado, así como una erguida la línea dorsal.
El peso ideal es de hasta 3,1 kilos, aunque hay ejemplares que llegan a los 5 kilos.
El manto debe tener una textura sedosa. Es brillante, rico, largo, recto y cae a ambos lados del cuerpo hasta el suelo, dividido simétricamente por una raya que arranca del morro y llega hasta la cola. No deberá ser rizado ni pobre. El Yorki adulto es de color azul metálico oscuro desde el occipital (parte posterior de la cabeza) hasta la raíz de la cola. La cabeza, el pecho, las patas y el periné (zona bajo la cola y el ano) presentan un bello color marrón dorado, más oscuro en la raíz que en la punta. En la cabeza el color es más intenso alrededor de las orejas, sobre el hocico y en los lados. El marrón dorado de la cabeza no debe presentarse “quemado” o con pelos negros, ni llegar más allá del occipital.
Comportamiento y carácter:
Un cachorro de Yorkshi se adapta a todos los ambientes y, dada su gran sociabilidad, no le será difícil aceptar las costumbres y exigencias de su amo, así como confraternizar con otros perros (incluso de gran tamaño) y gatos. Son muy numerosos los casos de convivencia del Yorkshire con razas Doberman, San Bernardo, Mastín, etc. así como con gatos persas, siameses, etc. Habrá que vigilar su dentadura, son propensos al “sarro” y también atender bien su manto. Al yorki no le gusta estar demasiado tiempo solo. Esta raza se lleva muy bien con los niños. No obstante, al ser un animal tan pequeño puede fácilmente ser pisado, o bien por exceso de efusión, ser abrazado con demasiada fuerza. Es un amigo y compañero afectuoso, posee un desarrollado sentido del humor, es curioso, gracioso, nunca se aburre, es tranquilo, pero también vivaz, tiene personalidad, desconfía y cree que nosotros comemos algo mejor que su pienso.
Capta de inmediato el estado de ánimo de los que le rodean y actúa en consecuencia. Sabe adaptarse a cualquier situación.
¿Cuáles son sus aptitudes naturales? Sentido del territorio, acusada predisposición a montar guardia y tendencia a la colaboración con el amo.